Estamos muy cerca de crear computadoras biológicas que funcionen dentro de las células vivas, con las que podría ser detectado algún tipo de alteración. Por ejemplo, cuando una célula deje de producir insulina o incluso la aparición de cáncer, actuando de manera eficiente para destruirlo.
A partir de materiales genéticos (ARN Y ADN) es que Stanford ha desarrollado este transistor biológico, bajo el nombre de transcriptor.
Transcriptor vendría a ser el análogo biológico del transistor digital. Controla el flujo del ARN polimerasa cuando viaja por medio de una cadena de ADN, y lo haría mediante una combinación especial de enzimas (Integrases). Jerome Bonnet, uno de los científicos que ha participado en el proyecto, comenta lo siguiente:
Las elección de las enzimas es importante. Hemos tenido mucho cuidado para seleccionar las enzimas que funcionan en las bacterias, los hongos, las plantas y los animales, de manera que las bio-computadoras pueden ser modificadas dentro de una variedad de organismos.
Tal cual como los transistores, una de las funciones de transcriptor es la de amplificación de la señal. Un cambio mínimo en la actividad de la enzima puede causar un gran cambio en los dos genes conectados. Mediante la combinación de transcriptors múltiples, los investigadores de Stanford crearon un conjunto completo de puerta lógica booleana, misma que permite ejecutar cálculos dentro de las células vivas.
La Universidad ha hecho del dominio público el diseño de las puertas lógicas de Integrase para que otros institutos puedan participar en esta 'travesía' en busca de la primera computadora biológica.
Fuente | ALT1040
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