En muchas ocasiones el talento musical no es sinónimo de
éxito y por más explicaciones racionales que uno intente buscar (batalla de
egos, proyectos alternos, peleas con disqueras, peleas internas, declaraciones
estúpidas, disputas legales, adicciones, muertes, etc.), la respuesta siempre es
la misma: La vida no es justa. Partiendo de ahí es fácil entender el por qué muchas
bandas/actos no han podido (y seguramente nunca podrán) reclamar un lugar en la
historia de la música de cualquier género, en cualquier época, de cualquier
lugar; a pesar de tener grandes composiciones, grandes discos o incluso grandes
carreras musicales y nunca llegar a impactar en la cultura pop.