miércoles, 18 de mayo de 2016

Los verdaderos fans de Radiohead esperan



Después de 5 años de espera y un gran tropiezo llamado The King of Limbs (del cual siempre fui un gran detractor), el esperado regreso de Radiohead con A Moon Shaped Pool, fue muy gratificante, al retomar a un sonido melancólico y oscuro, pero al mismo tiempo tranquilo y reconfortante, al menos para un viejo fan.



Pero, ¿por qué tanto alboroto con Radiohead? ¿Por qué tanto misterio alrededor de la banda oriunda de Oxford? la respuesta es simple: True Love Waits, una canción que por fin ve la luz en una versión de estudio, después de permanecer 15 años… ¡¡sí, 15 AÑOS!! olvidada por la banda como un simple Lado B, dentro de un EP titulado: I Might Be Wrong Live Recordings, únicamente retomada por Parlophone para cerrar un disco doble de éxitos, lanzado en 2012 (en donde la banda no tuvo nada que ver).

Desde ese entonces, TLW se convirtió en uno de los Lados B favoritos de los fans alrededor del mundo, desde su primera aparición en Oslo, Noruega, a pesar de ser una versión en vivo y acústica, sin mayores presentaciones o arreglos. Mientras que esta nueva versión deja de lado las guitarras para centrarse en dos pianos entretejidos con la voz de Yorke, logrando darle un nuevo giro a una rola ya clásica entre los die-hard fans de la banda. Tal es el peso de TLW en la historia de Radiohead, que inmediatamente después del lanzamiento de AMSP, Pitchfork la proclamaría canción del mes.

Ciertamente, el disco se siente como la conclusión de una etapa que diera inició desde el año 2000, con la salida del Kid A y que probablemente culmina ahora con A Moon Shaped Pool, al tener al menos 5 canciones que ya rondaban desde hace más de diez años en algunos bootlegs (The Numbers y TLW), presentaciones en vivo de sus últimas dos giras (Identikit y Ful Stop) o que incluso aparecían sutilmente en el arte de discos anteriores (Burn The Witch en la portada de Hail to the Thief), cambiando muy poco en comparación con sus versiones anteriores, sin restarle calidad al álbum en su totalidad.



Desde la salida de Spectre el pasado 25 de diciembre, como un regalo de navidad para los fans, (originalmente se había pensado como el tema principal de la última película de James Bond, con el mismo nombre), Radiohead ya daba pequeñas pistas sobre cuál sería el camino a seguir en AMSP, al contar con la participación de la Orquesta Contemporánea de Londres, en donde claramente se nota el liderazgo e influencia de Jonny Greenwood y sus últimos proyectos, (Scores para películas como The Master, There Will Be Blood e Inherent Vice) y se dejó de lado lo que parecía The Thom Yorke Experience, en The King of Limbs para retomar el sonido claustrofóbico y lleno de angustia que siempre mantuvo Radiohead durante casi toda su carrera musical: el sonido del dolor, un sello distintivo que se nota en el segundo sencillo ‘Daydreaming’ (cuyo video es dirigido por Paul Thomas Anderson) y en canciones como ‘Glass Eyes’ y ‘Desert Island Disk’; mientras que ‘Present Tense’ y ‘Tinker tailor soldier…’ bien podrían encajar en In Rainbows o Hail to the Thief, al tener cierta concordancia con los tiempos y el sonido de aquellas grabaciones.



Se agradece que Radiohead dejara los sintetizadores y regresara a los arreglos de cuerdas, que en momentos se sienten como un ligero regreso al “viejo” Radiohead, al tener cierta cercanía con canciones como Pyramid Song, How to Disappear Completely y Dollars and Cents, sin caer en un auto plagio y sin dejar de lado su evolución disco tras disco, después de casi 30 años de carrera musical. Algunos fans y críticos aseguran que el sentimiento y la nostalgia cargada en AMSP podrían significar la despedida definitiva de una banda que ha sido catalogada como 'los Pink Floyd del nuevo milenio', por su nivel de complejidad y arreglos musicales. Nadie lo sabe y, francamente, es lo que menos importa. Lo importante ahora es disfrutar este nuevo disco, disfrutar las canciones camino a tu casa, en la oficina, con tus amigos, escucharlas en su nueva gira y descubrir nuevas facetas, nuevas sensaciones o nuevos detalles con cada escucha. Al final, el futuro de la banda sólo el tiempo y Radiohead lo dirán.



Por último, no sé qué tan bueno resulte poner la etiqueta de Rock alternativo a una banda que claramente ha trascendido el género, al menos desde sus últimos 5 discos. Si el verdadero amor espera, en este caso, los fans del grupo esperamos cerca de 10 años para tener un álbum a la altura de lo que Radiohead estableció con In Rainbows y cerca de 20 años con respecto al OK Computer, verdaderas obras de arte que con A Moon Shaped Pool forman una trilogía perfecta que quedará registrada en la historia musical.

Larga vida a Radiohead








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